Los frutos secos son uno de los alimentos más consumidos durante la Navidad y no pueden faltar en la carta de tu restaurante. Incorporarlos en tus recetas navideñas te ayudará a adaptar tu carta a esta estacionalidad.
Los frutos secos, entre los alimentos más consumidos en Navidad
Aunque podemos disfrutar de ellos durante todo el año, es habitual encontrar muchas elaboraciones navideñas con frutos secos. Por ejemplo, podemos encontrar los típicos rellenos de pavo o pollo para la cena de Nochebuena (donde la carne picada y el foie pueden mezclarse con piñones y frutas deshidratadas como las ciruelas pasas o los orejones de albaricoque y melocotón). También encontramos el cardo navideño, que forma parte del patrimonio gastronómico en regiones como Navarra, Aragón, La Rioja o el País Vasco y en cuya elaboración se utilizan almendras, nueces y piñones.
Los frutos secos también son básicos para preparar postres representativos de estas fechas: mazapanes, turrones, alfajores o guirlaches, y otros dulces tradicionales tan típicos como lo es el pan de Cádiz (que combina el mazapán con un relleno de confitura) o las anguilas toledanas (mazapán relleno de yema y decorado con frutas deshidratadas o escarchadas).
Ideas originales para utilizar los frutos secos en tus recetas navideñas
A continuación, te damos algunas ideas para incorporar frutos secos a la carta de tu restaurante:
Almendras
Como experimentados proveedores de almendra, sabemos que es uno de los frutos secos que más utilizamos en cocina profesional en Navidad, tanto al natural como en diferentes formatos para cocina profesional (cubitos, láminas, palitos, láminas o pasta). Uno de los más extendidos es la harina de almendras, que nos permite dar sabor a las salsas y elaborar panes especiales de Navidad aptos para celiacos.
* Nuestra sugerencia
Puedes añadir almendras a tus elaboraciones navideñas con frutos secos apostando por propuestas tradicionales «internacionales». Por ejemplo, en lugar de polvorones y mazapanes, puedes introducir a los postres de tu carta navideña un nougat francés (postre elaborado con de clara de huevo, miel y almendra) o un torrone italiano. También puedes ofertar en tu cara de Navidad Mandelstollen alemán, Kerstkransjes holandesas (rosquillas crujientes recubiertas con almendras) o Kourabiedes griegas (galletas que incluyen tacos de almendra en su masa).
Nueces
Las nueces son otro de los frutos secos «estrella» de las Navidades. Podemos usarlas en platos dulces y salados, ya que combinan perfectamente con verduras de hoja verde (podemos añadirlas como topping de ensaladas en mitades, mondadas a trozos o mondadas en granillo), con pasta o con queso. Además de con frutas y hortalizas como la manzana o el tomate. Las nueces también aportan un sabor único al pan, a los guisos de carne y a postres, como la tarta de nueces y el brownie.
* Nuestra sugerencia
Como ya sabes, frutos secos y chocolate forman un tándem perfecto, así que petit-fours y bombones de frutos secos como las nueces bañadas en chocolate suizo son una buena alternativa para acompañar helados caseros, sorbetes y tartas. Si quieres utilizarlas en una receta salada, te recomendamos tres entrantes que revolucionarán tu carta navideña: un pastel de setas y nueces, que puedes servir caliente, un paté de champiñón y nueces servido templado, y un Tarator, una especie de sopa fría de yogur y pepino a la que la nuez mondada en granillo dará espesor y textura crujiente.
Piñones
El piñón es otro fruto seco típico de la Navidad. Los piñones se utilizan sobre todo en repostería, siendo habituales en postres como las típicas cocas de Llardons o de vidre. También en ensaladas, en rellenos de verduras o pescados y, por supuesto, en las salsas de frutos secos navideñas.
* Nuestra sugerencia
Aunque estamos acostumbrados a tratarlos como un ingrediente secundario, los piñones pueden cobrar protagonismo en tus recetas navideñas gracias a elaboraciones como los Scones de queso y piñones (pastelitos salados servidos especiados con romero, albahaca o hierbas provenzales y que podemos servir como aperitivo) o en platos como el provolone con pasta de trufa negra, una delicatessen sencilla, ideal para incluir en un menú navideño y en la que los piñones naturales coronan un plato redondo.
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