El uso de estas semillas en la cocina permite añadir a nuestras recetas, postres o panes texturas, consistencia y color, haciéndolas más atractivas al gusto y a la vista. Y como su origen es 100% vegetal, podemos usar semillas para cocinar en polvo o hidratadas también en platos veganos y vegetarianos.

En nuestro blog ya compartimos un artículo con algunas de las aplicaciones de las semillas en la cocina y en la industria alimentaria. En él también explicábamos las principales características y propiedades de las semillas que puedes encontrar en Itac Professional.

En esta ocasión, nos centramos en ideas de recetas con semillas que puedes incorporar al menú de tu restaurante.

¿Recetas con semillas dulces o saladas?

Una de las ventajas del uso de semillas en la cocina es su versatilidad: podemos tomarlas al natural, tostadas, asadas, hervidas, como infusión, como harina y, en algunos casos, incluso germinadas.

Respecto a qué tipo de recetas con semillas podemos preparar, la respuesta es que prácticamente todas, tanto dulces como saladas, y tanto aperitivos como platos principales, guarniciones o postres.

Por ejemplo, podemos añadir unas sabrosas semillas de calabaza o de girasol, tanto tostadas como naturales, a cremas de verduras como la crema de coliflor, la crema de lombarda o la Vissichoisse.

Las semillas de chía son perfectas para utilizar en repostería y panadería, tanto para adornar o enriquecer coberturas de panes como para elaborar galletas y bizcochos. Respecto a las semillas de lino oro, es posible usarlas en ensaladas y como acompañamiento para salteados de verduras o macedonias de frutas. Un uso similar podemos dar a las semillas de sésamo (eso sí, siempre tostadas), una buena idea para añadir a platos de pasta y arroz.

Cómo cocinar con semillas: algunas ideas

• Idea 1: Pan con mix de 6 semillas

Cada vez es más habitual encontrar en panaderías, restaurantes y supermercados diferentes variedades de pan. Y uno de los más demandados es el pan con semillas.

Una buena opción es elaborar tu propio pan blanco con semillas. ¿Por qué blanco? Porque queda crujiente, pero es fácil de romper y puedes usarlo en desayunos, para hacer tostas e incluso como croutons para ensaladas y cremas.

Para hacer pan con semillas blanco necesitarás 500 gramos de harina panificable, 10 gramos de levadura fresca, 300 gramos de agua, 8 gramos de sal, 20 gramos de aceite de oliva extra y 100 gramos nuestro Mix 6 semillas BIO (semillas de girasol, semillas de calabaza, sésamo natural, semillas de lino dorado, semillas de lino marrón y semillas de amapola).

Mientras realizas la masa, es importante que las semillas queden bien repartidas. Una vez la tenga preparada, ponla en un cuenco y déjala repostar durante una hora (cubierta con un paño). Nuestro consejo es que uses un banetón para facilitar la fermentación y que, antes de meter la masa al horno, realices unos pequeños cortes (greñas) en la corteza.  El tiempo de cocción será de 25 minutos, con el horno a 200º C, y controlando que la base y la cubierta del pan queden crujientes.

• Idea 2: Cómo cocinar con semillas de calabaza y girasol

Las semillas de calabaza tienen mucho recorrido en la cocina, siendo habitual tostarlas al horno, con un poco de aceite de oliva, para tomarlas como aperitivo.

Si lo deseas, añádeles un toque diferente condimentándolas con especias variadas, como por ejemplo el curry. De esta forma podrás añadirlas en platos como el cuscús o el butter chicken (curry de pollo en salsa de tomate), a los que aportarán un punto crujiente.

Otra buena idea para cocinar con semillas de calabaza es hacerlas dulces (como si estuviera garrapiñadas) e incorporarlas en sorbetes de frutas o como acompañamiento de la salsa Chantilly usada para decorar tartas, batidos o helados.

Una última opción para usar las semillas de calabaza en tu cocina es en la salsa pesto, donde pueden sustituir (o acompañar) a los típicos piñones.

Respecto a las pipas de girasol, una idea original es usarlas como base para hacer una pasta que puede sustituir al queso en algunos platos veganos. La elaboración es bastante sencilla: necesitas 100 gr. de semillas de girasol activadas y enjuagadas (deben estar a remojo entre 4 y 6 horas), el jugo de medio limón, agua, ajo, perejil, romero, tomillo y sal al gusto. Podrás utilizar este paté para acompañar wraps, tacos, sandwichs, rolls o, simplemente, como untable.

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